Las Perlas, al igual que las Piedras Preciosas, son un hermoso regalo que nos hace la naturaleza; con la peculiaridad que las perlas no necesitan imperiosamente la intervención del hombre para poder ser usadas como gemas.
La Perla es una gema orgánica cuyo nácar está formado, principalmente, de Carbonato cálcico (cristalizado en forma de Aragonito) y Conquiolina (sustancia queratinosa que actúa como “pegamento” orgánico entre las laminillas de Aragonito).
Nácar y Madreperla (parte interior de las conchas de los moluscos) se forman mediante la segregación por epitelios del manto de los moluscos. El manto es el órgano que forra la concha y recubre el cuerpo blando de estos animales marinos. También produce la bolsa perlífera en la cual crece la perla.
Distinguimos entre Perla natural y Perla cultivada. Aparentemente las dos son iguales ya que el nácar es el mismo material y se han formado de la misma manera. La diferencia se rige en el inicio de su crecimiento. Mientras la perla natural se forma en el interior de un molusco sin la intervención del hombre, la perla cultivada es “empujada” a producir las capas de nácar alrededor de un núcleo que se introduce mediante una pequeña operación en el animal marino.
Hoy en día, encontrar perlas totalmente naturales en calidad gema es muy raro y por consiguiente son muy caras. Esto significa que en el comercio actual casi todas las perlas son cultivadas.
En gemología y en el comercio diferenciamos principalmente 4 variedades de Perlas:
* La Perla Akoya
* La Perla de los Mares del Sur (South Sea Pearl), comúnmente denominado Perlas Australianas a pesar de que no todas ellas provienen de Australia.
* La Perla de Tahití
* La Perla de Agua Dulce (Fresh Water Pearl)
Cada variedad de perla procede de un molusco distinto. Las perlas de agua salada crecen en determinadas ostras del mar mientras que las perlas de agua dulce se desarrollan en mejillones, procedentes de ríos y lagos.
Las características que se estiman en una perla son las siguientes:
Tamaño / Forma / Color / Lustre / Calidad nácar / Calidad superficie / Homogeneidad
Con tamaño se entiende la medida de una perla que se expresa en milímetros.
Las siete formas estándar son: redonda, casi redonda, oval, gota, botón, semi-barroca, barroca. Para las restantes formas “fantasía” se describe la perla en su apariencia.
El color se presenta desde el blanco al negro con una gran cantidad de tonalidades entre medio. Decimos que una perla tiene oriente cuando, aparte de su color básico, aparece una iridiscencia en los colores del arco iris en toda la perla o en partes de ella (suele verse más en perlas de agua dulce o en las perlas naturales).
El lustre es el “brillo” que se aprecia en la superficie de la perla. Es decir, la reflexión de la luz que se produce al viajar ésta por las capas traslúcidas del nácar. El efecto se parece a un resplandor que surge del interior de la perla.
La calidad de nácar depende de su grosor y de la disposición de las láminas de Aragonito.
La calidad de superficie depende de la cantidad de imperfecciones e irregularidades que presenta el nácar.
En algunos casos se habla de homogeneidad cuando un collar o un juego de perlas presenta las siete características por igual.
Enrique, muchísimas gracias por tus colaboraciones. Tan interesante y ameno como siempre. GRACIAS
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